Inversión pública y digitalización son claves para cumplir las nuevas leyes de aguas
El encuentro de los profesionales del sector de este septiembre promovido por FACSA constató el consenso sectorial que, para cumplir con el nuevo marco regulatorio español en saneamiento y depuración del agua, es imprescindible que exista una inversión pública sostenida en el tiempo que sea suficiente para mantener la infraestructura existente en condiciones óptimas, y que permita desarrollar la que se requiere todavía.
Dentro de este planteamiento sectorial, se considera que la digitalización es el vector que requiere mayor atención, ya que será lo que permita disponer de un buen sistema de control y gestión de todas esa infraestructura. Y con ello una buena gestión del agua y de todos los recursos para su control, tratamiento y distribución. Especialmente la energía. Pero también los residuos que se generan y que cada vez se definen más como un nuevo recurso para la generación de energía.
El sector demandó que la Administración Pública haga esfuerzos para que la planificación e implementación de las acciones vayan al ritmo que se requiere para dar respuesta adecuada a los cambios en el sector, que son muchos y cada vez generan situaciones más críticas de estrés hídrico.
El evento también permitió discutir sobre el biogás, los fangos y la reutilización de agua como elementos de enorme importancia ante los requerimientos de sostenibilidad del sector.
El encuentro mostró la preocupación del sector por el elevado coste para poner en marcha las medidas que exige este nuevo reglamento, la importancia de la medición en España, que a diferencia de otros países europeos presenta un régimen de lluvias irregular que no facilita la gestión, así como la viabilidad de reducir los residuos de origen para reducir la inversión en el tratamiento de algunos de los residuos tan presentes en nuestras aguas residuales, como las mencionadas toallitas.
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