La desalación y la reutilización garantizan este año el agua en Barcelona
Con este caso significativo, desde AQUA ESPAÑA queremos mostrar la importancia que tiene para los ciudadanos la planificación hídrica y la infraestructura de agua en el territorio. Cuestiones frecuentemente poco visibles en la agenda pública y los medios generalistas, pero que resultan esenciales para la actividad económica, la salud pública y la vida de los ciudadanos.
Este 2023 los barceloneses están teniendo agua en sus casas gracias a la infraestructura de desalación y reutilización que existe en este territorio, debido a que más de la mitad del agua (58%) proviene de estas fuentes y no de las fuentes convencionales mientras que las fuentes convencionales, que representan únicamente el 42%. Para ser más exactos, el 19% corresponde a agua superficial de los ríos Llobregat y Ter; el 23% es agua subterránea de pozos y acuíferos; el 33% es agua desalada y el 25% es agua regenerada.
Para tener una idea de la dimensión del problema de la sequía y el valor consecuente de estas tecnologías, téngase presente que en un año normal, de media, el 95% de los recursos de agua para el área metropolitana de Barcelona son de fuentes convencionales y tan sólo el 5% proviene de fuentes no convencionales de agua, y concretamente de la desalación de agua.
La sequía del 2008 motivo la planificación hidrológica de la que ahora este territorio se beneficia, y de la que salieron (2009) la planta desaladora del Llobregat, la más grande de Europa para el abastecimiento urbano, y (2010) la estación de regeneración de agua (ERA) de la depuradora de El Prat de Llobregat.
Y el escenario futuro motiva más avances. Y en la reutilización del agua está el gran eje de juego. En esta línea, uno de los grandes retos será pasar de la actual reutilización indirecta del agua potable (las aguas residuales de la depuradora, tras recibir el tratamiento básico de depuración y el tratamiento terciario avanzado en la estación de regeneración, se bombean río arriba para ser reutilizadas como agua prepotable) a la directa. La tecnología existe. Lo pendiente es el cambio legal.
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